¿Alguna vez has sentido que disfrutas más tu comida por el simple hecho de acompañarla con música? La música realmente influye en nuestra percepción de sabores, olores, texturas e incluso es capaz de remontarte a lugares o experiencias que viviste en compañía de un buen platillo y una buena canción. Así que hoy descubriremos cómo funciona esto.
Dentro del mundo de la comida hay muchas variantes que pueden potencializar los sabores, las experiencias, las texturas o incluso darte un panorama completamente diferente de lo que estás comiendo. Una de ellas es la música, que nos ha acompañado desde hace ya muchos años en la cocina y justo cuando estamos comiendo, cambiando completamente nuestra percepción de cualquier platillo.
¿Te has puesto a pensar en la música que escuchamos en los restaurantes? A veces uno pensaría que es mera casualidad, pero en realidad hay toda una estrategia para elegir las canciones que hagan un match perfecto con los platillos que sirven, con los sabores, o hasta con los orígenes culturales.
Esto es para darle un toque único, que te da una sensación de bienestar, de calma o te trae recuerdos del lugar en donde por primera vez probaste un platillo o escuchaste una canción; no es coincidencia que en los restaurantes mexicanos siempre haya música regional mexicana, lo mismo pasa en restaurantes italianos, franceses, entre otras, para darle un toque más auténtico.
Pero ¿cómo lo aplicamos en casa?
No es un secreto que la música nos ayuda a hacer las tareas rutinarias más placenteras y en la cocina no es la excepción, el ritmo de la música siempre nos ayudará a marcar el ritmo en que cocinamos, ya que generalmente nuestro corazón palpita al son que le pongamos.
Hay quienes disfrutan de música clásica cuando cocinan porque dicen que los relaja y que crea un vínculo muy especial entre ellos y los platillos que preparan, pero si por ejemplo tienes prisa y necesitas cocinar algo rápido, quizá algo más activo como el género electrónico puede ser la solución, o simplemente pon aquella música que más te guste en ese momento y ve qué puede salir de esa combinación.
Música vs televisión
Escuchar música, a diferencia de ver una película o algún programa, tiene efectos positivos al comer, puesto que al escuchar música prestamos sólo atención secundaria al sonido de fondo, así somos más conscientes de lo que estamos comiendo; por el contrario, al ver la tele, nuestro cerebro se concentra más en lo que vemos que en los alimentos, así no nos damos cuenta de qué tanto estás comiendo y tampoco percibimos una sensación de saciedad, por lo que probablemente terminaremos comiendo de más.
¿Y nuestro estado de ánimo?
Así es, la música también nos ayuda a sentirnos más relajados y felices, y aunque no lo creas, nuestro estado de ánimo repercute en nuestra alimentación, ya que afecta varios factores como nuestra cantidad de saliva, nuestros ácidos estomacales o la presión sanguínea, haciéndonos comer en mayor o menor cantidad. Por ejemplo, si acompañamos nuestra comida con música armónica, que nos dé una sensación de relajación, podríamos consumir hasta 175 calorías menos, si por el contrario nos alimentamos mientras estamos estresados, podríamos terminar consumiendo una quinta parte más de lo que deberíamos, además de disfrutar poco de nuestros alimentos.
Ahora que ya sabes los beneficios de mezclar el arte culinario con la música, cuéntanos qué género pondrías al momento de cocinar o comer, recuerda elegir bien según el tipo de comida que consumirás, si tienes antojo de algo dulce, opta por sonidos agudos ya que mejorarán tu percepción, si prefieres algo más amargo, prueba con sonidos graves que realzan estos sabores.
Fuentes:
https://thehappening.com/playlist-cocinar-musica-clasica/
https://elpais.com/diario/2010/06/30/madrid/1277897067_850215.html
http://velarte.com/blog/oido-cocina-los-beneficios-de-comer-con-musica/