¿Te cuesta trabajo comenzar el día con el pie derecho? Esta sensación es más común de lo que crees, pero también es bastante sencillo cambiarla. Con solo unos pequeños pasos lograrás empezar el día con una sonrisa en el rostro.
1. Empieza una rutina diaria
Todos los días haz lo mismo: levántate a la misma hora, tiende tu cama, escucha tu música favorita y prepárate un desayuno delicioso. Que sea una rutina no significa que tiene que ser aburrida. Tú puedes tomar ese tiempo para ti y prepararte lo que más te gusta y te hace sentir bien. Consiéntete.
2. Deja entrar la luz natural
Permite que se haga la luz. Abre las ventanas y entra en contacto con el medio ambiente; la luz del día y el aire fresco te ayudarán a despertar. Si no tienes una ventana que puedas abrir, prende la luz de tu recámara. Si te quedas a oscuras te costará más trabajo despertar.
3. Disfruta tu desayuno
Disfruta sentado el alimento más importante del día. Saborea cada bocado y prepárate un desayuno rico en proteínas, como huevito, atún, frutos secos, yogurt, frutas y cereales, para tener energía todo el día.
4. Prepara todo una noche antes
Facilítate las mañanas. Decide una noche antes qué te vas a poner al día siguiente. Así podrás ahorrar unos cuantos minutos en tu rutina de arreglo diario, los cuales nunca están de más.
5. Cuida tus horarios de sueño
Ve a la cama temprano, la hora depende de ti, pero recuerda que necesitas dormir 8 horas al día para descansar realmente. Este paso tal vez sea el más complicado, pero es el que mejores resultados te va a traer.
Con estos pequeños ajustes a tus actividades diarias estamos seguros que te será más fácil empezar el día sonriendo y de buen humor.