Llega uno de los momentos más deliciosos del año característico de una de las fiestas más emblemáticas de nuestro bello México: el Día de Muertos o el Día de los Fieles Difuntos, una fiesta en la que celebramos con mucho amor a todos los que se nos han ido. Y como buenos mexicanos que somos, la risa y la cocina no pueden dejar de estar presentes y con ellas uno de nuestros favoritos: el pan de muertos.
Pero, ¿sabes cómo surgió esta delicia?
El pan de muerto viene de una tradición prehispánica, un rito que le rendía honor a Huitzilopochtli, el dios de la guerra en la mitología mexica. En estas celebraciones se preparaba un pan con amaranto que tenía la figura del dios y era “sacrificado” de manera simbólica y compartido con todo el pueblo para distribuir su “divinidad”. Hay rumores que dicen que la sangre de los sacrificios humanos se mezclaba con este pan; por esta razón en algunos lugares el pan tiene una glaseado rojo que representa la sangre.
Luego de la llegada de los españoles, el significado y la forma del pan cambió. Ahora es de forma circular con un centro más pequeño en la parte superior que simboliza el corazón del difunto y con canillas, que son los huesos y los cuatro puntos cardinales.
Al día de hoy hay muchas variedades de panes que hacen alusión a la tradición original, algunos de ellos son azucarados, otros son barnizados con huevo y ajonjolí e incluso otros son más bien ovalados o con forma de dona.
A través del tiempo, este delicioso pan ha formado parte de nuestra cultura y evolucionado con ella, también existen variedades gourmet como los que están rellenos de crema pastelera, crema de avellana o de nata, pero sabemos que sin importar cuál de todas estas opciones es tu favorita, sin duda alguna, contamos los días para disfrutarlo en compañía de todos nuestros seres queridos.
Aquí puedes conocer nuestra deliciosa receta de pan de muerto casero: https://huevosanjuan.com.mx/recetas/detalle/120/pan-de-muerto