¿Sabías que el cambio de estación tiene consecuencias en tu salud? ¡Conoce cómo contrarrestarlas!
Te has preguntado ¿qué pasa con tu cuerpo durante el otoño y el invierno? Está comprobado que los cambios de estación provocan alteraciones en el genoma humano y en el estado de salud. Por ejemplo, en otoño se acentúa la resequedad de la piel, la caída del cabello, y comienzan a incrementarse las enfermedades respiratorias; y en invierno, se da principalmente un estado proinflamatorio, lo que explica la mayor incidencia de problemas cardiovasculares, inmunitarios (como la diabetes, la artritis y la enfermedad inflamatoria intestinal) y psiquiátricos que se dan en esta temporada.
Alimentarse de acuerdo a la época del año
El invierno es la temporada más difícil para nuestro organismo, y debemos prepararlo desde antes de la llegada de la estación. Es por eso que muchos especialistas recomiendan que nos vacunemos durante el otoño, para fortalecer nuestro sistema inmunológico y que los cambios estacionales nos afecten lo menos posible.
Por su parte, la alimentación de estilo mediterráneo durante todo el año también nos prepara para enfrentar los cambios estacionales:
· Usar aceite de oliva en vez de otras grasas para cocinar o aderezar.
· Consumir alimentos de origen vegetal en abundancia.
· Cereales integrales.
· Mientras más frescos y menos procesados sean los alimentos, mejor.
· Huevo y pescado en abundancia.
· Carnes rojas con moderación.
· Agua natural en vez de aguas frescas, jugos o refrescos.
· Limitar el consumo de azúcar al máximo.
Y para las temporadas de otoño e invierno, prioriza en los siguientes aspectos:
· Limita el uso de carbohidratos (en estas fechas tendemos a abusar de ellos, y en consecuencia aumentamos de peso).
· Consume aguacate y frutos secos (nueces, almendras y pistaches), que aportan grasas saludables, antioxidantes y vitamina E para una mayor protección celular.
· Respecto a las proteínas, prefiere pescados como el atún y el salmón, y carnes magras, que aportan vitaminas del complejo B.
· Come alimentos ricos en minerales como el hierro (carnes rojas magras, mariscos de concha, hígado, frutos secos, verduras de hoja verde, legumbres) y el zinc (chocolate amargo, huevo, arroz integral, cacahuates, semillas de sandía).
· El yogurt y los probióticos te ayudarán a mantener un sistema digestivo en estado óptimo y una buena salud general.
· Consume bayas, zanahorias, frutas rojas, anaranjadas y amarillas (son ricos en antioxidantes como la vitamina C, los flavonoides y el betacaroteno).
· Hidrátate con agua natural y caldos vegetales.
Finalmente, para tener todo el cuadro completo y enfrentar los últimos meses del año con toda la actitud, duerme bien, toma el sol unos 15-20 minutos al día y realiza ejercicio físico de forma regular, ya que éste ayuda a tu organismo a generar una mejor respuesta antiinflamatoria.
¡Tu salud es muy importante!, porque con ella tienes mayor posibilidad de hacer las cosas que te gustan, cuidar de tu familia, trabajar y pasar tiempo con las personas que quieres. Cuidarte siempre, sin importar la época del año, es de los mejores regalos que te puedes dar a ti y a los tuyos. ¡Compártenos qué más haces tú para estar bien!
Referencias
Martínez, S. (s.f.). Otoño Saludable. Come sano y fluye. Recuperado de http://comesanoyfluye.com/otono-saludable/
Morales García, T. (19 sep. 2017). Así cambia su cuerpo con las estaciones. El País, edición América Latina. Recuperado de https://elpais.com/elpais/2017/09/18/buenavida/1505728121_258597.html
Rojas, M. (11 nov. 2017). 5 tips para tener una vida saludable en otoño. Conecta.Recuperado de https://tec.mx/es/noticias/guadalajara/salud/5-tips-para-tener-una-vida-saludable-en-otono